Centro Mercedes de Jesús Molina

Por la unidad de la familia.

A mención de su nombre, la terapia familiar es el tipo de psicoterapia en el que se interviene no sobre un paciente individual ni sobre una relación de pareja específicamente, sino sobre la Unidad Familiar. La misma que debe ser entendida en un sentido amplio, y puede involucrar, padres, madres, hijos/as, también abuelos y abuelas, tíos, padrastros y madrastras, etc. Cuantos y quienes sean necesarios.
Así pues, en esta terapia se trabaja para mejorar el modo en el que los miembros de la familia conviven y/o se relacionan en el día a día, para lo cual es necesario ir más allá de los procesos psicológicos que afectan a un individuo concreto, y ampliar el foco para actuar sobre las interacciones entre las personas. Aquí, la ayuda está orientada no sobre la persona, sino sobre las relaciones, aunque esto implique que de manera más indirecta también se intervenga en las emociones, comportamientos y maneras de pensar de cada miembro de la familia.
Por todo ello, las consultas de terapia familiar son realizadas con presencia de todas las personas involucradas, que participan bajo la supervisión y las indicaciones del profesional de salud mental, que dinamiza la sesión.

Funciones de Importancia de la Terapia Familiar:

1. Resolución de conflictos.
La resolución de conflictos es uno de los frentes de trabajo fundamentales de los especialistas en terapia familiar. El objetivo aquí es dar resolución a viejos conflictos mediante tareas de mediación para que todas las partes involucradas en “peleas” pasadas puedan expresarse, perdonarse y llegar a acuerdos, así como hacer que la familia aprenda nuevas maneras de gestionar los choques de intereses y las ocasionales críticas (que deben ser formuladas de manera constructiva y orientadas hacia el cambio de comportamientos concretos, no hacia el ataque a las personas).

2. Problemas en la crianza de un menor.
Criar a los hijos es una tarea compleja que puede dar lugar a tensiones, climas familiares enrarecidos por el estrés y la frustración, desacuerdos acerca de cómo educar al pequeño de la casa, etc. Por eso, muchas veces la terapia infanto-juvenil es complementada con terapia familiar.

3. Intervención en casos de traumas vividos conjuntamente.
Por lo general traumas vividos afectan a todos o buena parte de los miembros de la familia, por ello, es necesario y útil que parte de la intervención psicológica se realice de manera grupal. Es habitual recurrir a este tipo de terapia tras sucesos dolorosos relacionados con la muerte de un ser querido, un caso de maltrato, o tras una crisis por dificultades económicas severas.

4. Apoyo a familias de personas con enfermedades graves
La terapia familiar fomenta la solidaridad entre los miembros de la familia ayudando a mejorar la comunicación y resolver conflictos. A la vez que brinda la oportunidad de fortalecerse para seguir adelante con aceptación y respeto a la vida.
 

De esta forma vemos que son muchos los motivos por los que resultar conveniente acudir a La terapia familiar, la ganancia en tranquilidad, autonomía y desarrollo es invaluable.

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